Tema 4. Luz y sonido
3.- El sonido
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Naturaleza del sonido
El sonido es: - una onda longitudinal: la dirección de oscilación es paralela a la dirección de propagación de la onda - una onda mecánica: necesita un medio para propagarse, por lo que no se transmite en el vacío. |
El sonido se produce por la vibración del aire que se transmite en forma de vibraciones que transmiten la energía producida por la vibración.
La velocidad de propagación del sonido, depende del medio; por ejemplo, en el vacío el sonido se propaga a 340 m/s.
Los sonidos se diferencian unos de otros por medio de sus cualidades:
La velocidad de propagación del sonido, depende del medio; por ejemplo, en el vacío el sonido se propaga a 340 m/s.
Los sonidos se diferencian unos de otros por medio de sus cualidades:
- Intensidad: mide la fuerza con la que se percibe un sonido e indica si es débil o fuerte. Depende de la amplitud de la onda: a mayo amplitud de la onda, mayor intensidad.
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- Tono: depende de la frecuencia de la onda. Indica si el sonido es agudo o grave; los sonidos con frecuencia alta son sonidos agudos y los sonidos con baja frecuencia son sonidos graves.
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- Timbre: es la cualidad que nos permite diferenciar dos sonidos de la misma intensidad y frecuencia pero procedente de instrumentos distintos. Los sonidos de un mismo tono dependen de la forma y naturaleza de los elementos que entran en vibración.
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3.1.- Reflexión del sonido
Las ondas sonoras se propagan en línea recta, y al chocar contra un obstáculo, se reflejan y regresan al punto de partida. Si lo hacen con el retardo suficiente (0,1 segundos), el oído humano los reconoce como sonidos independientes (por un lado el sonido origen y por otro el reflejado). Teniendo en cuenta que el sonido se transmite a una velocidad de 340 m/s, en 0,1 segundos recorrerá 34 metros. Esto nos indica que si los dos sonidos están separados por al menos 17 metros, se va a producir el eco. Si el tiempo de separación entre los dos sonidos es menor de 0,1 segundos (esto es, la distancia es menor de 17 metros) nuestro oído lo percibe como un único sonido. A este fenómeno se le conoce como reverberación. |
3.2. Contaminación acústica
La intensidad sonora se mide con el sonómetro utilizando una escala graduada en decibelios (dB).
Consideramos que no podemos percibir los sonidos por debajo de 0 dB y que por encima de 120 dB puede dañarnos los oídos. La contaminación acústica es el ruido excesivo y molesto, provocado por las actividades humanas que altera las condiciones del medio ambiente en una zona. Se considera que por encima de 55 dB se que producen efectos negativos sobre la salud, física y mental de las personas. El nivel de ruido en el que se desarrolla nuestra vida, a veces, es insoportable y debemos tomar medidas como la insonorización del hogar, proteger las carreteras con barreras acústicas, prohibir la circulación de vehículos ruidosos... Todas estas medidas tienen un fin; cuidar de nuestra salud. |
3.3.- El oído humano
El oído es el órgano encargado de la audición. Está compuesto por 3 partes: oído externo, medio e interno.
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Oído externo: comienza en el pabellón auricular que conduce al conducto auditivo externo el cual finaliza en una membrana fina llamada tímpano. Oído medio: se comunica con la faringe por medio de las trompas de Eustaquio. La diferencia de presión entre ambos oídos mantiene tensado el tímpano. Aquí también se encuentran 3 pequeños huesos llamados martillo, yunque y estribo. Al final se encuentra el conducto oval. Oído interno: existen dos estructuras, el caracol que es el encargado de la audición y los canales semicirculares, rellenos de un líquido llamado endolinfa que son los encargados de mantener el equilibrio. |
Funcionamiento del oído
El pabellón auditivo recibe el sonido y lo concentra por el conducto auditivo a través del tímpano hacia el oído medio.
Al recibir las ondas sonoras, el tímpano vibra y este movimiento se transmite a los tres huesos del oído medio que amplifican el sonido y lo transmiten por la ventana oval hasta el oído interno.
La vibración se transmite a la endolinfa en el interior del caracol, el cual mueve los cilios de una células que transforman la vibración del líquido en impulsos nerviosos que se transportan al nervio auditivo y de ahí al cerebro.
El pabellón auditivo recibe el sonido y lo concentra por el conducto auditivo a través del tímpano hacia el oído medio.
Al recibir las ondas sonoras, el tímpano vibra y este movimiento se transmite a los tres huesos del oído medio que amplifican el sonido y lo transmiten por la ventana oval hasta el oído interno.
La vibración se transmite a la endolinfa en el interior del caracol, el cual mueve los cilios de una células que transforman la vibración del líquido en impulsos nerviosos que se transportan al nervio auditivo y de ahí al cerebro.
Fuente: Instituto de Tecnologías Educativas del Ministerio de Educación